Es el Segundo macronutriente más abundante en el cuerpo humano, después del agua. Todos nuestros tejidos vivos se componen de aminoácidos, los cuales solo están presentes en la proteína.
Una vez ingerida, la proteína se rompe en forma de aminoácidos y ayuda a mantener una piel, cabello y ojos saludables. Además de estabiliza el apetito, ayuda en el control de peso, es necesaria para el funcionamiento normal del corazón, tejidos nerviosos y músculos. Facilita la digestión, mejora la capacidad de aprender e interviene en el remplazo de células viejas y el crecimiento de nuevas.
Los aminoácidos presentes en la proteína, reparan los tejidos musculares que se rompen durante el ejercicio o durante nuestras actividades diarias. El desperdicio celular si no es destruido puede causar diversas alteraciones de la salud y daños en el proceso metabólico de nuestro cuerpo.
Por esto aumenta la importancia del consumo de proteína, ya que la cadena de aminoácidos que obtenemos de la ella, es la encargada de escoltar el desperdicio celular que va a ser posteriormente destruido por los anticuerpos durante la función inmune.
Los seres humanos debemos consumir 22 aminoácidos esenciales para sobrevivir, 9 de estos deben venir de la alimentación ya que el cuerpo no los produce. Los 13 aminoácidos restantes si son producidos por nuestro cuerpo.
Se debe ingerir fuentes adecuadas de proteína, para obtener la nutrición apropiada. Algunas fuentes recomendadas de proteína son: pollo, pescado, atún en agua, granos, pavo, carne roja magra. Para mantener nuestro peso controlado debemos preparar nuestros alimentos a la plancha al vapor, al horno, cocinar sin aceite y con poca sal.
Recordemos que la proteína es un nutriente esencial para el desarrollo de la masa muscular, y que a mayor masa muscular en nuestro cuerpo mayor será la quema de grasa. Es decir nuestros músculos actúan naturalmente como una máquina de quemar grasa.